Prefacio/Vorwort

Andrea Gremels

Cuba: ¿Cambio o tránsito?

La maldita circunstancia del agua por todas partes
me obliga a sentarme en la mesa del café.
Si no pensara que el agua me rodea como un cáncer
hubiera podido dormir a pierna suelta.1

Con estos versos empieza el famoso poema “La isla en peso” del poeta, narrador y dramaturgo cubano Virgilio Piñera, autor censurado y excluido del canon de la literatura cubana durante décadas y que sólo a principios de los años noventa pudo volver a ser oficialmente leído en la isla. En el contexto actual, el poema –que él escribió en 1941, mucho antes de la Revolución cubana– transmite la autopercepción insular de los cubanos: El “agua por todas partes” es el obstáculo que imposibilita la salida y la conexión con el mundo de afuera. Los versos remiten simbólicamente a una sensación de aislamiento, no solamente por el hecho geográfico de que Cuba es una isla. Después de la Revolución de 1959 y tras la consolidación de un Estado socialista, Cuba fue aislada –por lo menos del vecino Estados Unidos que impuso un embargo a la isla en 1960. Éste, al principio un simple embargo comercial, se fue recrudeciendo a lo largo de todos estos años, hasta afectar también las relaciones económicas y diplomáticas. Al mismo tiempo Cuba se encontró entre los frentes de la Guerra Fría y así desempeñó también el papel del “global player”.2 La Crisis de los Misiles, que casi desencadenó una tercera guerra mundial, tuvo lugar 45 años atrás y parece que ha llegado el tiempo de superar las posiciones antagónicas, que hace de Cuba el último bastión de la Guerra Fría –o el penúltimo, si contamos con el inefable régimen de Corea del Norte– después del colapso del bloque del Este y la caída del muro de Berlín.

De hecho, se difunden buenas noticias desde Cuba. En enero de 2013 se aprobó una nueva regulación migratoria, que permite a todos los cubanos viajar fuera sin necesidad de los costosos y burocráticos permisos oficiales. Dos años después se anuncia la flexibilización del embargo económico y comercial de los Estados Unidos. Y, entre uno y otro, el gobierno cubano ha comenzando a implementar reformas en relación con la economía, dando espacio a la iniciativa y al capital privados. Y desde la segunda mitad del año 2015 hay cada vez más noticias. En mayo los Estados Unidos retiraron a Cuba de su lista de países que patrocinan el terrorismo. Con la visita de John Kerry, el secretario de Estado, en agosto, se reabrió la embajada estadounidense y volvió a ondear la bandera de ese país, arriada en 1961; y poco después, Raúl Castro emprende un viaje a los Estados Unidos para dar su primer discurso en la ONU, el 28 de septiembre. Y en este mismo mes, el papa Francisco que apoya el acercamiento entre ambos países, viaja a la isla y sirve como intermediario entre Castro y Obama.3

Los medios internacionales suscitan la esperanza de que por fin Cuba salga de su aislamiento. Pero ¿constituye la reanudación de las relaciones diplomáticas entre ambos países un acto meramente simbólico? ¿Qué cambios se originarán realmente? ¿O permanecerá la Cuba del régimen ‘revolucionario’ de los hermanos Castro desde hace 56 años en una situación de tránsito, un estado perpetuo de espera por la próxima crisis o por un cambio de sistema aún por llegar?

Aguardando el cambio: esto vale especialmente para la diáspora cubana, que crece continuamente. En todo el mundo se han formado nuevos centros de la cultura cubana –desde Estados Unidos hasta España, desde Francia hasta Venezuela–. Para los cubanos en el exilio, la patria perdida se ha vuelto un lugar de añoranza utópico, que aún tiene que transformarse nuevamente en un espacio habitable. Las fronteras insuperables permanecen, en especial para aquellos que no pueden regresar a Cuba por razones políticas. Para muchos de ellos, la isla está paralizada, sin esperanza de cambios y en una situación opresiva. Y viceversa, la isla caribeña suscita la añoranza y la nostalgia en los turistas que cada año inundan la isla, pues para ellos se trata de una detención del tiempo. Cansados de vivir en un mundo capitalista cada vez más acelerado, ven a Cuba como un lugar de refugio, que despierta el recuerdo de tiempos diferentes y donde encuentran una sociedad socialista muchas veces hasta mitificada y romantizada. Pero la vida de muchos cubanos en la isla está todavía determinada por las necesidades y la confrontación cotidiana con la escasez de todo tipo. Todo se ha vuelto cuestión de acceso a la “moneda dura”: el peso cubano convertible (CUC) es el medio de pago para conseguir bienes de consumo de valor más alto, comida importada y acceso a internet. Y hay que preguntarse si esta flexibilización del embargo y la reanudación de las relaciones diplomáticas contribuirán a cambiar estas circunstancias.

Observando la producción literaria y cultural de la isla, se nota que en ella se reflexiona sobre todo ello desde hace tiempo. Se habla del cambio desde el comienzo del “período especial en tiempos de paz”, que siguió al colapso del bloque del Este y que marcó la crisis económica más aguda de la Cuba ‘revolucionaria’.4 El “período especial” originó al mismo tiempo una crisis ideológica, cuando los cubanos perdieron toda confianza y les hizo caer como “seres ingrávidos” en un espacio inseguro, como escribe Odette Casamayor-Cisneros con respecto a las visiones del mundo planteadas en muchas novelas de la literatura cubana contemporánea.5 Con la caída de las verdades y promesas proclamadas por la Revolución, se abre la era postsoviética, que para el régimen revolucionario significa una apertura ideológica. Desde entonces se les permite a autores, artistas y cineastas cubanos criticar la situación en el país, pero hasta cierta medida. Y esta apertura tiene repercusiones económicas, no sólo porque la isla se abre al turismo, que ocurrió a partir de la mitad de los años noventa. A la inversa, los cubanos se marchan de la isla, se siguen marchando de la isla, no solo en aviones o en balsas, a través del mar, en una peligrosa travesía que tuvo su punto culminante en aquel éxodo masivo y dramático de la así llamada “crisis de los balseros” de 1994, sino también a través de sus producciones culturales. Los escritores cubanos, tanto dentro como fuera de la isla, penetran el mercado internacional de libro. En este contexto Esther Whitfield propone un New Cuban Boom para hablar del gran número de novelas con que escritoras y escritores cubanos confrontan los problemas del período especial, dirigiéndose al mismo tiempo a un público extranjero.6 En 2000, Yvette Sánchez ya tituló su artículo sobre la literatura cubana contemporánea como “Esta Isla se vende”,7 certificando de esta manera que la Cuba socialista parece saber bien cómo sacar provecho económico de su crisis permanente.

La Cuba postsoviética, aparentemente dispuesta a tomar el camino hacia el capitalismo desde el comienzo de este año al estrecharle la mano al enemigo ‘americano’, cultivado durante décadas por la propaganda antiimperialista, radica contradictoriamente entre detención y movimiento, entre aislamiento y apertura, entre cambio y tránsito. Volviendo a los versos de Piñera, uno se puede preguntar cuánto pesa la isla, adónde flota, o si ya es arrastrada por la corriente.

Las contribuciones de este dosier discuten estas contradicciones desde distintas perspectivas, especialmente desde el cine y la literatura, pero también desde la sociología literaria y la antropología. Reinier Pérez-Hernández (Fráncfort del Meno – La Habana) analiza desde un punto de vista tanto retrospectivo como prospectivo, cómo Cuba se recuerda y se recordará de su historia ‘revolucionaria’. Considerando en este contexto la autobiografía, Pérez-Hernández muestra cómo este género se ha desarrollado en Cuba y qué tabúes y obstáculos enfrentó entre los años sesenta y ochenta, y de qué manera estas “escrituras del yo” comenzaron a revivir en las últimas décadas del xx y principios del xxi. Como textos de la memoria personal y colectiva, las historias de estas autobiografías confrontan la historiografía oficial con otras versiones y con visiones alternativas.

Con el ejemplo de la película de ana (2012) del director cubano Daniel Díaz Torres, Karen Genschow (Fráncfort del Meno) trabaja el cine cubano transnacional. Esta película es una coproducción cubano-austriaca, que trata el tema omnipresente de la prostitución en su forma específicamente cubana, el jineterismo. Genschow observa la relación entre Cuba y Europa, que se caracteriza por una desigualdad económica, y destaca los deseos recíprocos suscitados por ambos lados. La representación fílmica que exhibe la jinetera cubana de manera exotizante para un público europeo, va acompañada por una reflexión de la figura principal de Ana sobre su propia puesta en escena y la propia imagen que transmite de Cuba. Sin embargo, la coproducción transnacional muestra también la capitalización creciente de Cuba, que se vende a un mercado europeo como producto exótico-deseable, no sólo fílmicamente, sino también con respecto a sus mujeres.

También desde una perspectiva transnacional Jorge Duany (Miami) ofrece un breve análisis de las relaciones comerciales entre los Estados Unidos y Cuba. En este contexto, acentúa el papel que la población cubano-americana desempeña en el establecimiento y la expansión del sector privado que se ha formado en la isla con la apertura reciente. La gran mayoría de los así llamados cuentapropistas trabajan como taxistas, dueños de cafeterías, bares o restaurantes privados (paladares), o casas particulares. Muchos reciben el capital de lanzamiento para estos negocios a través de las remesas de sus familiares que viven en el extranjero. En el caso Cuba-Estados Unidos, Duany constata la necesidad de regular estas relaciones comerciales transnacionales, que en su mayor parte son aun informales, y observa al mismo tiempo que los cubano-americanos mantienen una actitud reservada y hasta crítica con respecto a un levantamiento del embargo, lo que se debe a la posición política de algunos cubanos exiliados frente al régimen de Castro.

La entrevista con Milena Rodríguez Gutiérrez explicita las implicaciones del cambio en Cuba para los escritores dentro y fuera de la isla. Rodríguez Gutiérrez, que vive como poeta y crítica literaria en España, reflexiona sobre los movimientos transnacionales de la diáspora cubana desde una perspectiva histórico-literaria y personal y considera la posibilidad de un cambio de rumbo con respecto a la constitución del canon literario de Cuba, que todavía se caracteriza por omisiones y exclusiones. En este contexto, la apertura le parece aun muy “tímida e incompleta”. En su opinión, sólo una transformación más profunda, que implique la democratización política –y también mental–, iniciaría un cambio verdadero.

¿Cambio? ¡Imposible! Esta es la posición inequívoca de William Navarrete en su cuento “Bailando con el enemigo”, que relata el encuentro de un variopinto grupo de cubanos en una fiesta privada en París. Para Mario, el protagonista, el régimen castrista es una “familia de momias”, una dinastía siniestra y petrificada, que los cubanos tienen que aguantar sin esperanza. Todos ya están muertos: esta visión de una sociedad completamente exánime se expresa en el relato alegóricamente. De manera sarcástica, Navarrete llama a los cubanos Pancracianos, evocando así a San Pancracio, mártir del siglo III d. C. que por su fe cristiana fue decapitado por los romanos. No obstante, si el protagonista baila por pura casualidad y sin saberlo con la nieta de la “momia” Fidel Castro en una sincronización y armonía perfecta, ¿por qué existen fronteras que claramente separan a amigos de enemigos desde el principio?

Las contribuciones de este dosier muestran las múltiples perspectivas aplicadas para pensar la tensión entre cambio y tránsito en Cuba. De todas formas, el cambio no solamente aparece como una posibilidad en el futuro, sino que ya se ha desencadenado. La isla se encuentra en el camino hacia fuera, aunque todavía esté frenada en sus movimientos y desarrollos. Por sus relaciones transversales y transnacionales, Cuba se halla en el mundo y aun permanece dentro de sus fronteras. Las viejas polaridades y posiciones antagónicas permanecen, aun cuando se están reblandeciendo. Queda por esperar que la discusión de lo que está ocurriendo en la actualidad abra nuevas visiones con respecto al país, tal como se presenta hoy y tal como debe ser modelado en el futuro.

*

Kuba: Wandel oder Transit?

Die verdammte Tatsache des Wassers überall
zwingt mich dazu, an einem Kaffeetisch Platz zu nehmen.
Wenn ich nicht daran dächte, dass das Wasser mich wie ein Krebs umgibt,
hätte ich mit heraushängendem Bein schlafen können.8

Mit diesen Versen beginnt das berühmte Gedicht „La isla en peso“ [Das Gewicht der Insel] des kubanischen Dichters und Theaterschriftstellers Virgilio Piñera, der durch die Zensur über Jahrzehnte aus dem Kanon der kubanischen Literatur ausgeschlossen wurde und erst zu Beginn der 1990er wieder offiziell auf der Insel gelesen werden kann. Im aktuellen Kontext vermittelt das Gedicht, das er 1941, also lange vor der kubanischen Revolution schrieb, das insulare Selbstbild der Kubaner: Das Wasser auf allen Seiten führt zu einem Gefühl des Eingeschlossen- und Umzäunt-Seins, es versperrt den Kubanern den Zugang nach Außen und den Anschluss an die Welt. So verweisen diese Verse symbolhaft auch auf den Zustand der Isolation, die nicht nur durch die geographische Tatsache gegeben ist, dass es sich bei Kuba um eine Insel handelt. Im Zuge der kubanischen Revolution von 1959 und der Konsolidierung eines sozialistischen Staates wurde Kuba isoliert – zumindest von seinem Nachbarn, den Vereinigten Staaten, die 1960 ein Handelsembargo auf der Insel verhängten. Das Embargo, das zunächst nur die Handelsbeziehungen betraf, verhärtete sich in all den Jahren und schädigte dann auch die wirtschaftlichen und diplomatischen Beziehungen. Gleichzeitig geriet Kuba mitten in die Fronten des Kalten Krieges und nahm dadurch auch die Rolle eines „global player“ ein.9 Die Kubakrise, die fast zum Ausbruch eines dritten Weltkrieges geführt hätte, liegt nun schon fast 45 Jahre zurück, und es scheint, als wäre es nun tatsächlich an der Zeit, die alten Fronten zu überwinden, die Kuba nach dem Zusammenbruch des Ostblocks und dem Fall der Berliner Mauer zur letzten Bastion – bzw. zur vorletzten, wenn man das unerschütterliche Regime Nordkoreas dazuzählt – des Kalten Krieges macht.

Und tatsächlich hört man gute Nachrichten aus Kuba. Im Januar 2013 wurde die neue Reiseregelung beschlossen, die allen Kubanern ermöglicht, ohne die finanziell und bürokratisch aufwendigen, offiziellen Genehmigungen auszureisen. Zwei Jahre später wird nun das Handelsembargo gelockert. Und in der Zwischenzeit hat die kubanische Regierung auch damit begonnen, wirtschaftliche Reformen einzuführen, die der Bevölkerung private Initiativen und Kapitalanlagen ermöglichen. Zur zweiten Hälfte dieses Jahres hin häufen sich die Berichte über Kuba: Im Mai streichen die USA Kuba von der Terrorliste und die diplomatischen Beziehungen zwischen beiden Ländern werden wieder aufgenommen. Bei dem Besuch des Außenministers John Kerry wurde die Botschaft der USA auf Kuba wieder geöffnet und die amerikanische Flagge erstmals seit 1961 gehisst. Kurze Zeit später tritt Raúl Castro seine Reise in die USA an, um dort am 28. September 2015 seine erste Rede vor der UN-Vollversammlung zu halten. Im gleichen Monat bereist Papst Franziskus die Insel. Er begrüßt die Annäherung beider Länder und übt sich als Vermittler zwischen Castro und Obama.10

In den internationalen Medien wird die Hoffnung beschworen, dass Kuba nun aus der Isolation heraustritt. Doch handelt es sich bei der Wiederaufnahme der diplomatischen Beziehungen um einen rein symbolischen Akt? Inwiefern bieten die neuesten Entwicklungen Anlass, tatsächlich von einem Wandel zu sprechen? Wird Kuba durch das seit nunmehr 56 Jahren fortbestehende Revolutionsregime der Castro-Brüder nicht vielmehr im andauernden Transit verbleiben, in Aussicht auf die nächste Krise oder eines auf sich warten lassenden Systemwechsels?

Warten auf den Wandel: Dies gilt vor allem für die kubanische Diaspora, die stetig wächst und durch die – von den USA bis nach Spanien, von Frankreich bis nach Venezuela – weltweit neue Zentren kubanischer Kultur entstanden sind. Für die Kubaner im Exil ist ihre verlassene Heimat zu einem utopischen Sehnsuchtsort geworden, der erst wieder bewohnbar gemacht werden muss. Für diejenigen, denen aus politischen Gründen die Rückkehr verwehrt bleibt, bestehen die unüberwindbaren Grenzen weiterhin. Die Situation auf Kuba nehmen sie als einen in seiner Unveränderlichkeit bedrückenden Stillstand wahr. Umgekehrt weckt die Karibikinsel die nostalgische Sehnsucht nach einer stillgestandenen Zeit bei den vielen Touristen, die jährlich die Insel überfluten. Die vom beschleunigten Kapitalismus ermüdeten Besucher betrachten Kuba als Zufluchtsort, der sie an andere Zeiten erinnert und wo sie auf die Welt eines nicht selten verklärten Sozialismus treffen. Die Lebensrealität vieler Kubaner auf der Insel ist jedoch weiterhin von Versorgungsengpässen und der täglichen Konfrontation mit Knappheiten aller Art bestimmt. Eine entscheidende Rolle spielt dabei der Zugang zur harten Währung, dem peso cubano convertible (CUC), das Zahlungsmittel für höherwertige Konsumartikel, importierte Lebensmittel und Internetzugang. Und es bleibt fraglich, ob die Lockerung des Handelsembargos oder die Wiederaufnahme diplomatischer Beziehungen etwas an diesen Umständen ändern wird.

Betrachtet man die kulturelle und literarische Produktion der Insel, so findet man darin schon länger den Wandel reflektiert. Von ihm ist mit dem Beginn des período especial en tiempos de paz bereits die Rede. Die „Spezialperiode“ folgte auf den Zusammenbruch des Ostblocks und markierte die größte ökonomische Krise des ‚revolutionären‘ Kubas.11 Damit einhergehend geriet die Insel auch in eine ideologische Krise, die den Kubanern jede Gewissheit genommen und sie wie „schwerelose Wesen“ in einen unsicheren Raum des Irgendwo gestürzt hat, so Odette Casamayor-Cisneros im Hinblick auf die Vision von Welt, wie sie in vielen Romanen der kubanischen Gegenwartsliteratur entworfen wird.12 Mit der Erschütterung der von der Revolution proklamierten Wahrheiten und Versprechen wird auf Kuba die postsowjetische Phase eingeläutet, die für das Revolutionsregime eine ideologische Öffnung bedeutet. Ein gewisses Maß an Kritik an der Situation im Land wird den Schriftstellern, Künstlern und Filmemachern fortan zugestanden, allerdings nur bis zu einem bestimmten Punkt. Und mit dieser Öffnung vollzieht sich auch ein ökonomischer Wandel auf Kuba: Denn nicht nur öffnet sich die Karibikinsel seit Mitte der 1990er Jahre dem Tourismus. Umgekehrt strömen die Kubaner nach draußen, und sie wandern weiterhin aus, nicht nur in Flugzeugen oder auf Flößen über das Meer, ein gefährliches Unterfangen, das mit der massenhaften Auswanderungswelle, der so genannten „Krise der Bootsflüchtlinge“ („crisis de los balseros“) im Jahre 1994 eine gewisse Dramatik aufwies, sondern auch mit ihren kulturellen Produktionen. Ob von innerhalb der Insel oder als Teil der Diaspora: kubanische SchriftstellerInnen drängen auf den internationalen Buchmarkt. Esther Whitfield prägt in diesem Zusammenhang den Begriff des New Cuban Boom und umfasst damit die Werke der AutorInnen, die sich mit dem período especial auseinandersetzen und sich dabei an einem ausländischen Lesepublikum orientieren.13 Mit „Esta Isla se vende“, betitelte Yvette Sánchez bereits im Jahr 2000 ihren Artikel zur kubanischen Gegenwartsliteratur.14 Es scheint, als könne das sozialistische Kuba aus seiner Dauerkrise in mancher Hinsicht ganz gut Kapital schlagen.

Das postsowjetische Kuba, das seit Beginn dieses Jahres auch offiziell den Weg in Richtung Kapitalismus einzuschlagen bereit ist, indem es dem jahrzehntelang durch antiimperialistische Parolen kultivierten ‚amerikanischen‘ Feind die Hand entgegenstreckt, befindet sich im Spannungsfeld von Stillstand und Bewegung, von Isolation und Öffnung, von Aufbruch und Transit, von gleichzeitiger Eingrenzung und Entgrenzung. Kehrt man also zu den Versen Piñeras zurück, so ließe sich fragen: Wie schwer wiegt die Insel? Wo treibt sie hin? Oder ist sie schon längst dabei fortzuschwimmen?

Die Beiträge dieser Sektion diskutieren diese Widersprüchlichkeiten aus unterschiedlichen Perspektiven, insbesondere der Literatur und des Films, aber auch aus literatursoziologischer und kulturanthropologischer Sicht. Reinier Pérez-Hernández (Frankfurt – Havanna) stellt sowohl retrospektiv als auch prospektiv die Frage, wie sich Kuba an seine revolutionäre Geschichte erinnert und erinnern wird und nimmt dafür das Genre der Autobiographie in den Blick. Pérez-Hernández untersucht dessen literatur- und sozialgeschichtliche Entwicklung auf Kuba, zeigt auf, welchen ideologischen Hindernissen und Tabus es in der Zeit zwischen den späten 1960er bis in die 1980er Jahre hinein ausgesetzt war und inwiefern die so genannten „escrituras del yo“ in den letzten Jahrzehnten des 20. Jh. und zu Beginn des 21. Jh., dieser Zeit des Umbruchs und Aufbruchs vieler kubanischer SchriftstellerInnen in die Diaspora, neu aufkeimen. Als Texte des personalen und kollektiven Gedächtnisses rütteln diese Autobiographien an der offiziellen Geschichtsschreibung Kubas und konfrontieren sie durch ihre Geschichten mit anderen Versionen und Visionen.

Am Beispiel von la película de ana (2012) des kubanischen Regisseurs Daniel Díaz Torres beschäftigt sich Karen Genschow (Frankfurt) mit dem transnationalen, kubanischen Kino. Die österreichisch-kubanische Koproduktion behandelt das omnipräsente Thema der Prostitution in seiner spezifisch kubanischen Ausprägung, dem jineterismo. Genschow zeigt auf, welche Formen des wechselseitigen, von ökonomischer Ungleichheit geprägten Begehrens sowohl bei den Kubanern als auch bei den Europäern geweckt werden. Die filmische Darstellung einer exotistischen Zurschaustellung der kubanischen jinetera für ein europäisches Publikum geht gleichzeitig mit einer Reflexion der eigenen Selbstinszenierung und ‚Authentizität‘ einher, wie sie die Hauptfigur Ana vollzieht. Die transnationale Koproduktion setzt sich damit nicht zuletzt mit der zunehmenden Kapitalisierung Kubas auseinander, das sich sowohl filmisch als auch in Bezug auf seine Frauen als exotisch-begehrliches Produkt an den europäischen Markt verkauft.

Auch Jorge Duany (Miami) nimmt eine transnationale Perspektive ein und gibt einen kurzen Einblick in die Geschäftsbeziehungen zwischen Kuba und den USA. Dabei betont er die Rolle der US-kubanischen Bevölkerung bei der Etablierung und dem Ausbau des Privatsektors, der im Zuge der Öffnung auf der Insel entstanden ist. Die privaten Kleinunternehmer sind überwiegend Taxianbieter, Besitzer privat geführter Bars, Restaurants oder Cafeterias (paladares) sowie Pensionen (casas particulares), deren Startkapital meist durch die Geldüberweisungen ihrer Verwandten im Ausland bereitgestellt wird. Hier plädiert Duany für die Notwendigkeit stärkerer Regulierungen dieser meist informellen Geschäftsbeziehungen und beobachtet gleichzeitig, dass es weiterhin Vorbehalte gegen die vollständige Aufhebung des Embargos seitens der US-kubanischen Bevölkerung gibt, die auf die politische Einstellung vieler Exilkubaner dem Castro-Regime gegenüber zurückzuführen sind.

Das Interview mit Milena Rodríguez Gutiérrez (Granada) macht deutlich, welche Implikationen die Öffnung für die kubanischen SchriftstellerInnen innerhalb und außerhalb Kubas haben. Rodríguez Gutiérrez, die als kubanische Dichterin und Literaturwissenschaftlerin in Spanien lebt, reflektiert aus persönlicher und literaturgeschichtlicher Sicht die transnationalen Bewegungen der kubanischen Diaspora und die Möglichkeiten eines Richtungswechsels im Hinblick auf die Konstitution des nationalen Literaturkanons, der immer noch von Ausgrenzungen und Auslassungen bestimmt ist. Vor diesem Hintergrund erscheint ihr die Öffnung eher „schüchtern und lückenhaft“. Erst die tiefgreifendere Veränderung einer politischen – und auch mentalen – Demokratisierung würden einen wirklichen Wandel herbeiführen können.

Wandel? Unmöglich! So lautet die eindeutige Position von William Navarrete in seiner Kurzgeschichte „Tanz mit dem Feind“, die von einem Zusammentreffen eines bunten Grüppchens Kubaner auf einer Privatparty in Paris erzählt. Für den Protagonisten Mario stellt das Castro-Regime eine Mumienfamilie dar, eine unheilvolle, versteinerte Dynastie, der die Kubaner hoffnungslos ausgeliefert sind. Alle sind schon gestorben: Diese Vision einer leblos-erstarrten Gesellschaft drückt sich in der Erzählung allegorisch aus, indem Navarrete die Kubaner sarkastisch als Pankratianer bezeichnet. Damit evoziert er den heiligen Pankratius, einen Märtyrer aus dem späten dritten Jahrhundert, der von den Römern wegen seines christlichen Glaubens enthauptet wurde. Wenn der Protagonist am Ende jedoch durch puren Zufall und ohne es zu wissen in voller Übereinstimmung und Harmonie ausgerechnet mit der Enkelin der „Mumie“ Fidel Castro tanzt, wozu sind die Grenzen, die Freunde und Feinde klar voneinander trennen, dann überhaupt gezogen?

Die Beiträge dieser Sektion zeigen das Spannungsfeld zwischen Wandel und Transit aus unterschiedlichen Perspektiven auf. Der Wandel erscheint jedoch nicht mehr nur eine Möglichkeit, er ist bereits losgetreten. Die Insel befindet sich schon längst auf dem Weg nach draußen und bleibt doch weiterhin in ihrer Fortbewegung und Weiterentwicklung gehemmt. Durch die transversalen bzw. transnationalen Beziehungen ist Kuba in der Welt angekommen und bleibt doch gleichzeitig seinen Grenzen ausgesetzt. Die alten Polaritäten und antagonistischen Positionen bestehen weiter fort, auch wenn sie zunehmend aufweichen. Es bleibt also zu hoffen, dass die Rede vom Wandel neue Perspektiven und Visionen im Hinblick darauf eröffnet, wie Kuba sich heute darstellt und zukünftig ausgestalten kann.

*

Auswahlbibliographie aktueller Literatur über Kuba

Blanco, Juan Antonio, Jorge Duany u.a., Hrsg. La diáspora cubana en el siglo xxi. Miami: Eriginal Books, 2012.

Casamayor-Cisneros, Odette. Utopía distopía e ingrávidez: reconfiguraciones cosmológicas en la narrativa postsoviética cubana. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert, 2012.

Díaz Infante, Duanel. Días de fuego, años de humo: ensayos sobre la Revolución cubana. Leiden: Almenara, 2014.

Duany, Jorge, Hrsg. Un pueblo disperso: dimensiones sociales y culturales de la diáspora cubana. Valencia: Aduana Vieja, 2014.

Ette, Ottmar und Gesine Müller, Hrsg. Paisajes sumergidos, paisajes invisibles: formas y normas de convivencia en las literaturas y culturas del Caribe. Berlin: edition tranvía, 2015.

Ferrari, Guillermina de. Community and Culture in Post-Soviet Cuba. New York/London: Routledge, 2015.

Fornet, Ambrosio. Las trampas del oficio: apuntes sobre cine y sociedad. Havanna: Ediciones ICAIC, 2013.

Göttsch, Marieke und Miriam Loschky u.a., Hrsg. Kuba: 50 Jahre zwischen Revolution, Reform – und Stillstand? Berlin: WVB, 2011.

Gremels, Andrea. Kubanische Gegenwartsliteratur in Paris zwischen Exil und Transkulturalität. Tübingen: Narr, 2014.

Gremels, Andrea und Roland Spiller, Hrsg. Cuba: La Revolución revis(it)ada. Tübingen: Narr, 2010.

Hernández-Salván, Marta. Mínima Cuba: heretical poetics and power in post-Soviet Cuba. Albany: Suny Press, 2015.

Knobloch, Andreas. „Eine Tür zur Zukunft: Reaktionen auf die geplante Wiederaufnahme der diplomatischen Beziehungen zwischen Kuba und den USA.“ Lateinamerikanachrichten 488 (Februar 2015). http://lateinamerika-nachrichten.de/?aaartikel=eine-tuer-zur-zukunft.

Maihold, Günther. „Vom Sonderfall zur Normalisierung: Kuba und die Europäische Union suchen erneut den Dialog.“ SWP-Aktuell 34 (2014): 1–8.

Moldenhauer, Sarah. Kuba postmodern denken: Identitätskonstruktionen in der schreibenden Praxis von Kubanerinnen während des ‚período especial‘. Hildesheim/Zürich/New York: Georg Olms Verlag, 2015.

Navarrete, William. Fugas. Barcelona: Tusquets, 2014.

Neuber, Harald. Kubas unentdeckte Wende: wie die innere Reformdebatte Fidel Castros Kuba seit 1990 verändert hat. Frankfurt: PL Acad. Research, 2013.

Pérez-Hernández, Reinier. Indisciplinas críticas: la estrategia poscrítica en Margarita Mateo Palmer y Julio Ramos. Leiden: Almenara, 2014.

Rodríguez Gutiérrez, Milena. Otra Cuba secreta: antología de poetas cubanas del xix y del xx. Madrid: Editorial Verbum, 2011.

Rojas, Rafael. La vanguardia peregrina: el escritor cubano, la tradición y el exilio. Mexiko: Fondo de Cultura Económica, 2013.


  1. Virgilio Piñera, “La isla en peso,” en: Poesía y Crítica (México D.F.: Cien del Mundo, 1994), 45, traducción mía.

  2. Ottmar Ette usa el término “global player” para describir los movimientos transversales, que determinan la historia cultural de Cuba desde el principio. Ottmar Ette, ZwischenWeltenSchreiben: Literaturen ohne festen Wohnsitz (Berlín: Kulturverlag Kadmos, 2005), 161.

  3. “Papst will US-kubanisches Verhältnis verbessern,” ZEIT online, 19 de septiembre del 2015, http://www.zeit.de/politik/ausland/2015-09/franziskus-papst-reise-kuba-usa.

  4. Ver la entrevista con Milena Rodríguez en este dosier.

  5. Odette Casamayor-Cisneros, Utopía distopía e ingrávidez: reconfiguraciones cosmológicas en la narrativa postsoviética cubana (Madrid/Fráncfort: Iberoamericana/Vervuert, 2012), 19, 21.

  6. Esther Whitfield, Cuban currency: the dollar and ‘special period’ fiction (Minneapolis: University of Minnesota Press, 2008).

  7. Yvette Sánchez, “‘Esta isla se vende’: proyecciones desde el exilio de una generación ¿desilusionada?,” en Todas las islas la isla: nuevas y novísimas tendencias en la literatura y cultura de Cuba, ed. Ottmar Ette y Janett Reinstädler (Fráncfort/Madrid: Vervuert/Iberoamericana, 2000), 163–76.

  8. „La maldita circunstancia del agua por todas partes | me obliga a sentarme en la mesa del café. | Si no pensara que el agua me rodea como un cáncer | hubiera podido dormir a pierna suelta.“ Virgilio Piñera, „La isla en peso,“ in Poesía y Crítica (México D.F.: Cien del Mundo, 1994), 45, Übers. der Verf.in.

  9. Ottmar Ette verwendet den Begriff des „global player“ für Kuba, um die transversalen Bewegungen zu beschreiben, die die kubanische Kulturgeschichte von Beginn an bestimmt. Ottmar Ette, ZwischenWeltenSchreiben: Literaturen ohne festen Wohnsitz (Berlin: Kulturverlag Kadmos, 2005), 161.

  10. „Papst will US-kubanisches Verhältnis verbessern,” ZEIT online, 19. September 2015, http://www.zeit.de/politik/ausland/2015-09/franziskus-papst-reise-kuba-usa.

  11. Vgl. Interview mit Milena Rodríguez in dieser Sektion, S. .

  12. Odette Casamayor-Cisneros, Utopía distopía e ingrávidez: reconfiguraciones cosmológicas en la narrativa postsoviética cubana (Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert, 2012), 19, 21.

  13. Esther Whitfield, Cuban currency: the dollar and ,special period‘ fiction (Minneapolis: University of Minnesota Press, 2008).

  14. Yvette Sánchez, „,Esta isla se vende‘: proyecciones desde el exilio de una generación ¿desilusionada?,“ in Todas las islas la isla: nuevas y novísimas tendencias en la literatura y cultura de Cuba, hrsg. von Ottmar Ette und Janett Reinstädler (Frankfurt/Madrid: Vervuert/Iberoamericana, 2000), 163–76.





Copyright (c) 2016 Andrea Gremels

Creative-Commons-Lizenz
Dieses Werk steht unter der Lizenz Creative Commons Namensnennung 4.0 International.